"Si tuviere tanta fe como para mover montañas, mas no tuviere caridad,
nada soy. Y si entregare todos mis bienes, y si entregare mi cuerpo para
ser abrasado, mas no tuviere caridad, ningún provecho saco. La caridad
es sufrida, es benigna. La caridad no tiene celos, no se pavonea, no se
infla. Cuando yo era niño hablaba como niño. sentía como niño, razonaba
como niño. Cuando me he hecho hombre me he despojado de las niñerías;
ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, las tres, mas la mayor
de ellas es la caridad."
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